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Hace más de 25 años que se publicó la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales. Desde la aparición de la Ley hasta ahora, la mejora de la situación preventiva de nuestras empresas no ha dejado de aumentar. En este momento, nos encontramos en un punto en el que nos hemos dado cuenta que ya no es suficiente con disponer de un Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo implantado y maduro. Esto, además de ser una obligación legal, hemos visto que puede ser insuficiente. Es necesario dar un paso más. Ese paso es derivar hacia un modelo de empresa saludable. Ser una Empresa Saludable significa, además del cumplimiento legal en prevención de riesgos laborales:
• Gestionar la salud de los trabajadores desde un enfoque integral e integrado.
• Considerar la salud en todas las políticas de la empresa.
Basada en la definición de promoción de la salud aparecida en la carta de Ottawa (OMS, Ginebra, 1986), la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo (ENWHP) consensuó en el año 1997 la siguiente definición:
La promoción de la salud en el trabajo es aunar los esfuerzos de los empresarios, los trabajadores y la sociedad para mejorar la salud y el bienestar de las personas en el lugar de trabajo. Esto se puede conseguir combinando actividades dirigidas a:
1. Mejorar la organización y las condiciones de trabajo.
2. Promover la participación activa.
3. Fomentar el desarrollo individual.
La promoción de la salud en el lugar de trabajo puede suponer una serie de ventajas importantes a destacar:
1. El trabajador es el recurso productivo más valioso.
El 70% de la producción de las empresas es obra de las personas y no de las máquinas. El capital humano, con su experiencia y su cualificación, es la materia prima más preciada.
2. Es rentable para la empresa y se puede comprobar.
Entre un 3 y un 10% del volumen de facturación de una empresa puede perderse por las consecuencias económicas de un entorno de trabajo no saludable. Por cada euro invertido en la buena salud de los trabajadores se obtiene un beneficio de 3.
3. Reduce el absentismo.
Una mejora de los hábitos de salud de los trabajadores puede reducir el absentismo hasta un 36%. Toda iniciativa para la salud se traducirá en productividad, ahorro de costes y constancia en el puesto de trabajo.
4. La conciliación estimula la productividad. La conciliación de vida personal y laboral favorece el equilibrio del trabajador y responde simultáneamente a sus intereses y los de la empresa.
5. Previene los riesgos psicosociales.
El estrés afecta ya al 22% de los trabajadores europeos y el 50% de los días de trabajo perdidos está relacionado con este trastorno. Un entorno saludable y un adecuado clima laboral reducen significativamente los riesgos psicosociales.
6. Actúa ante el riesgo cardiovascular.
Las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en España… suponen casi el 30% de las muertes laborales. La dieta saludable y el ejercicio físico regular reducen el riesgo cardiovascular.
7. Contribuye a la calidad de vida laboral.
En las próximas décadas, el trabajador de 45 años será el más habitual y se retrasará la jubilación más allá de los 67. Promover iniciativas que garanticen la salud durante todo el ciclo de vida laboral se traduce en beneficios para las empresas y consolida el bienestar presente y futuro.
8. Otros beneficios.
– Mejora la motivación y la participación.
– Aumenta la retención de talento y disminuye la rotación de personal.
– Mejora la imagen corporativa para los trabajadores, para las empresas y para la comunidad donde éstas se ubican.
– Mejora el medio ambiente, la contaminación, la accesibilidad a transportes y polígonos, la entrada a trabajos seguros, etc.
Adhesión a la Declaración de Luxemburgo.
Cualquier empresa u organización, con independencia de su tamaño, titularidad o sector, puede solicitar su adhesión y manifestar su compromiso con la Declaración de Luxemburgo y, si lo desea y cumple con los criterios de calidad elaborados por la ENWHP, pedir su reconocimiento como buena práctica en promoción de la salud en el trabajo.
En el año 1997, la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo (ENWHP) elaboró la Declaración de Luxemburgo, documento consenso en el que se establecían los principios básicos de actuación y el marco de referencia de una buena gestión de la salud de los trabajadores en la empresa.
Desde entonces, múltiples organizaciones a nivel europeo (entre ellas un grupo de empresas españolas) se han adherido a la Declaración de Luxemburgo, incorporando sus principios a las estrategias empresariales y a los servicios ofrecidos a sus clientes o asociados.
Las organizaciones que deseen adherirse a la Declaración de Luxemburgo:
– Se comprometen a poner en práctica los principios que en ella se defienden y a difundirla.
– Están dispuestas a compartir y promover sus conocimientos y buenas prácticas en el ámbito de la PST.
Como empresa adherida, su organización:
– Aparecerá en el listado de empresas y organizaciones adheridas en el Portal de PST.
– Recibirá un diploma de su adhesión a la Declaración de Luxemburgo.
Autoevaluación.
El INSST (Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo) ha traducido y puesto a disposición de las organizaciones que así lo deseen, unas herramientas para facilitar la recogida y descripción de buenas prácticas en promoción de la salud en áreas como los hábitos de vida, la salud mental, el envejecimiento y las enfermedades crónicas.
Reconocimiento de Buenas Prácticas.
El proceso de reconocimiento de un proyecto específico de promoción de la salud realizado por una empresa u organización no es una auditoría. La solicitud de reconocimiento es voluntaria y como consecuencia cada aspecto del proceso de verificación es de apoyo, constructivo, y con vocación de desarrollo evolutivo.
Los objetivos del reconocimiento son:
– Reconocer el trabajo realizado por las organizaciones en la promoción de la salud y el bienestar de sus trabajadores.
– Promover la cultura de la salud y el intercambio de experiencias entre las organizaciones españolas.
– Asesorar y acompañar a las organizaciones que realizan intervenciones de PST mediante la difusión de las herramientas y metodologías elaboradas por la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo, y el desarrollo de jornadas y eventos de formación.
El reconocimiento tendrá una validez de tres años a contar desde su concesión. La empresa deberá renovar la información para mantener dicho reconocimiento.
Este objetivo se puede conseguir mediante la realización de Campañas Específicas de Promoción de la Salud en el lugar de Trabajo o, mediante un enfoque de mejora continua, con la implantación de un Sistema formal de Gestión de Empresa Saludable.
OBTENGA SU RECONOCIMIENTO COMO EMPRESA SALUDABLE
Para dar respuesta a estas necesidades, en LABORPREX AUDITORES nos hemos propuesto ayudarle a en este propósito, y certificar su modelo de Sistema de Gestión de Empresa Saludable, basado en los criterios marcados por la OMS y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, con la participación de una entidad de certificación internacional de reconocido prestigio.